05 abril, 2011

El cine africano gana en Extremadura

La quinta edición del Festival Internacional de Cineposible de Estremadura 2011 (de corte social) ha tenido una excelente representación africana en las pantallas. Entre los seleccionados, un ganador: Zebu and the photofish, de la keniata Zipporah Nyaruri, que se ha llevado el premio Latido al mejor corto de ficción. La trama es la siguiente: “En un pueblo de pescadores muy unido, con un vibrante comercio de pescado, Zebu, un ingenioso niño de diez años, se ve obligado a crecer y tomar la responsabilidad de saldar la deuda de su familia”. Para que no os quedéis con las ganas, os dejamos una pequeña muestra. Ahí va:


28 marzo, 2011

Silencio mediático: el marfil deshumanizado

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Hay crisis, pero no solo en el Norte de África y en el tranquilo país nipón. La inmediatez y el interés de los medios de comunicación se centran desde hace semanas en estos dos focos. Sí, es necesaria la última hora en Libia y también saber cuáles son los niveles de radiación en la costa japonesa, pero mientras, la otra crisis, la de Costa de Marfil, pasa inadvertida. El país se desmorona, y su población, y los refugiados… Más sobre la situación aquí.

26 marzo, 2010

Aquí no huele a incienso

Aproximadamente a unos 560 kilómetros del gurú del incienso que inunda de olores persas la plaza del Salvador de Sevilla, Madrid descansa. Maneras de vivir que cantaría Rosendo en algún recoveco de Carabenchel. Por la capital nada parece despertar el entusiasmo que se vive en el Sur. Balcones engalanados, escaparates que rebosan torrijas bañadas en miel, capirotes colgados a media calle con el cartel de "se hacen a medida", y el estrés inusual en una región en permanente simbiosis con la calma soleada que se ve alterada estos días. Es la Semana Santa. Y hoy, camino de mi tierra en unas horas, los recuerdos florecen a modo de pregón matinal. A pesar de que el prisma con el que se acerca uno a la penitencia andaluza cofrade y más todavía, a la religiosa, ha virado sustancialmente -léase mucho-, la tradición del homohispalensis te tira del pantalón para que abras bien los ojos. Mi adolesciencia de pinganillo al oído para dilucidar si por la lluvia, tal o cual hermandad salía a la calle, y la de programas de mano subrayados con escuetas descripciones de los bordados de las Vígenes me queda ya muy lejos. Sin embargo, la idiosincracia de esta ciudad con un todo embaucador que te da la mano cada primavera es lo que provocará que el nerviosismo aflore cuando cruce Despeñaperros.

Hoy es viernes de dolores, y que se lo digan sino a las familias jerezanas que llevan tres meses achicando agua o a los Jiménez, Ortega, Díaz, Fernández o Ruiz de cada punto de la comunidad que intentan cuadrar sus cuentas y saldos tiznados de color grana. Son ejemplos de la circunferencia social más cercana. Pero ahora, los rezos se harán visibles en los pies descalzos del penitente tras sus imágenes devotas y en el rosario mudo y sordo de una mano piadosa que clama tiempos mejores. Parece que en Sevilla, y como dijo alguien, la primavera ha llegado para quedarse.